domingo, 28 de septiembre de 2014

¿Dónde te ves en 5 años?


Ésta es una pregunta que me he planteado varias veces, y hoy voy a compartir mis secretos para afrontarla, ya que pienso que si las siguientes experiencias me han ayudado, tal vez puedan traer luz a quien ahora me lea.

Aunque me vi obligado en diversos momentos a tomar decisiones que sin duda han marcado mi presente, no fui del todo consciente de la transcendencia de éstas hasta hace poco.

Fue durante mi estancia en EDHEC Business School, cuando, tras la lectura de un business case sobre grupo Fiat, los primeros rayos me desvelaron la importancia de dar respuesta a la pregunta que hoy abordamos.

En esta lectura, Mr. Morchio afrontaba la sucesión en el grupo italiano tras el fallecimiento de Mr. Umberto Agnelli.

Lo que realmente captó mi atención del caso fue cuando comenzó a hablar de su pasión por el mar y la navegación, (pues resulta que a mí también me encanta el mar) y decía que para él, el mar había sido una gran escuela de la que había aprendido, que no hay vientos favorables para aquellos que no saben dónde quieren ir.

Con ésta cita de Séneca venía a decir, que siendo consciente de que su decisión marcaría el futuro de la firma italiana, la respuesta vendría teniendo claro el fin. Yo descubrí que teniendo claras las cosas que me gustaban en la vida me resultaría más sencillo tomar mis decisiones para conseguirlas.

Unos meses después de ser consciente de ésto empezaron a llegarme más pistas sobre cómo definir ese puerto hacia el que dirigir mi nave.

La segunda experiencia vino gracias a mi entrenador Mathias Ribeiro.

A mi vuelta de Francia, hablábamos de su primer y último día de clase en la universidad. Me contaba cómo después de ver a los profesores que fueron impartiéndole las primeras clases, tuvo claro que no quería parecerse a ellos y nunca más volvió.

Para mí, su experiencia fue clarificadora, ya que me permitió empezar a pensar en cómo las personas a las que me quería parecer habían llegado a donde estaban ahora mismo y elegir quiénes podían llevarme a donde yo quería llegar.

Finalmente, la tercera experiencia de la que voy a hablar comenzó el día en que mi hermana me explicó el concepto de profecía autocumplida, el cual, queda a mi parecer perfectamente reflejado en la siguiente cita de Henry Ford: "Whether you think you can or you think you can't, you are right".

Tras haber conocido cómo las palabras iban creando realidad, comencé a cuidar mucho todo aquello que decía, y tras asistir a numerosos cursos de comunicación, y siendo inspirado también por la conferencia de Emilio Duró sobre Optimismo e Ilusión, puse rumbo a mis objetivos.

A día de hoy, me veo mucho más cerca de alcanzar aquello que me propuse y me planteo nuevamente, hacia dónde ir de aquí a 5 años, contestando las mismas preguntas que me han funcionado hasta ahora.

¿Qué me gusta? Frente a: ¿Qué no me gusta?
¿Quién me puede guiar? Frente a: ¿Quién no me puede guiar?
¿Cómo lo voy a conseguir? Frente a: ¿Cómo no lo voy a conseguir?



No hay comentarios: